viernes, 6 de septiembre de 2019

¡ CUMPLEAÑOS FELIZ, CUMPLEAÑOS FELIZ....!


 carta

Les decía en mi carta del domingo pasado, que había que ir mirando para Pino, para Pinito (dirán algunos), en definitiva hay que mirar para "mamá", que nosotros, en Canarias, la conocemos como Nuestra Señora la Virgen del Pino, nuestra patrona... y que además está de cumpleaños. Probablemente aquí no importa los años que cumpla, seguirá cumpliendo, y las generaciones seguro que la seguirán felicitando, porque su huella seguirá dejando marca en la vida de todos y cada uno. Como la madre de cada uno.
Este verano estuvimos compartiendo con mi madre (y mi padre, claro) unos días. La edad va dejando su huella, que se nota en la parte física y también en la parte síquica. Muchas veces una conversación actual no se puede mantener, precisamente por ese deterioro; sin embargo una conversación de tiempos pasados sí. Curioso. Recuerda su infancia, recuerda sus buenos y malos momentos que han marcado su vida. Uno intenta que no se olvide lo principal, pero a veces el esfuerzo tiene que ser lento, con paciencia y generoso.
Esto me hace recordar un poco a nuestra madre María, a Nuestra Señora la Virgen del Pino. Una mujer noble, sencilla, humilde... y sobre todo disponible; mujer que nunca supo decir de no. A ella, como yo en vacaciones, acuden principalmente en su cumpleaños - pero también a lo largo de todo el año - un montón de canarios que probablemente le digan felicidades. No todos expresamos los sentimientos de la misma manera, pero muchas veces un silencio, un gesto.... vale más que mil palabras.
A veces nos devanamos los sesos juzgando del por qué de muchos en las condiciones que llegan a Teror, en el por qué van si no.... ¿quienes somos nosotros?. ¿Acaso una madre juzga a un hijo de la forma que va vestido, o de cómo llega ante ella?. Sí es verdad, que en una relación de familia no todo vale, pero una madre siempre abraza al hijo que vuelve a casa.
María en su cumpleaños ha ido recogiendo a lo largo de la historia, infinidad de vidas, de momentos, de lágrimas, de suspiros, de corazones esperanzados, de ilusiones, de risas, de amarguras, de desahogos, ... y como nos dice la sagrada escritura, "todo lo guardaba en el fondo de su corazón".
Guardar en el fondo del corazón no significa caer en el baúl de los recuerdos o en los sacos del olvido. El corazón es un músculo que da vida, que genera vida, que genera sentimientos, ilusiones, esperanzas... y por ello no olvida los acontecimientos y el devenir de la historia.
Seguramente que este fin de semana pondremos en sus manos el esfuerzo y el agradecimiento de quienes no han dejado que nuestra isla arda; pondremos la ilusión y las ganas de tantos y tantos enfermos, o víctimas de la soledad, o del cruel paro, o de violencia de género, o los que están privados de libertad, o en el mundo de la droga o de la violencia. María está en todas y cada una de esas situaciones.
María la mujer de la decisión. Dice el evangelio de esta semana que "quien no deja a su padre y a su madre; quien no carga con su cruz..." (Lc 14). María fue la mujer de la convicción firme aún no sabiendo el resultado. Al ángel le dijo que sí sin saber en el fregado en el que se iba a meter, pero tenía la intuición que lo que le proponía no era malo. María hoy sigue proponiendo un montón de alternativas y nosotros tenemos también que decidirnos. ¿a qué esperamos?.
Felicidades, mamá

Hasta la próxima
Paco Mira

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