viernes, 27 de enero de 2017

PROGRAMAS ELECTORALES QUE SE CUMPLEN

 CARTA
PROGRAMAS ELECTORALES QUE SE CUMPLEN
Casi sin pensar, pero me gusta el título. Esta semana que se acaba resulta que es una semana en la que todos los ojos están mirando para norteamérica. Están mirando para un presidente que parece que la gente le tiene un poco de miedo porque si cumple lo que en su programa electoral decía, pues habrá que agarrarse. Sin embargo es un presidente que la democracia le ha dicho que le da una oportunidad o de cumplir lo que ha prometido o de corregir caballerosamente lo que pueda creer que no es realizable.
Esta semana también se celebraba la fiesta de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas. ¿saben?. Estamos en una sociedad en la que la elegancia y el estilo lo hemos ido perdiendo, al menos los medios de comunicación social, en aras a un tipo de información que lejos de la realidad nos mantiene la audiencia. Y cuando se trata de comunicar hay que saber nadar, guardar la ropa y encima tener elegancia. Y en algunos de los casos los medios de comunicación han hecho que algún presidente no sea todo lo elegante que se merece.
Me gustaría felicitar a muchos medios de comunicación porque tienen la elegancia por bandera, el estilo refinado por uniforme y encima saben llegar al corazón de la gente porque lo que anuncian merece la pena.
El evangelio de esta semana es casi como un anuncio electoral. Es casi como el diario programático de cualquier candidato que se preste a llevar un país, un colectivo o lo que haga falta: las bienaventuranzas. ¡Me quiero imaginar en Estados Unidos, en cualquier país de Africa, de Europa con los refugiados a la cabeza, que un candidato comenzase su programa electoral diciendo Bienaventurados los pobres, los mansos, los que tienen hambre, los que trabajan por la paz, los que son explotados, los que son desahuciados, los que son arrojados de su país a la fuerza, los que saltan una valla, los que son deportados...!
¿Creemos que este programa sería viable en una campaña electoral?. Pero quizás lo que más me preocupa son los electores; me preocupa si los que nos consideramos cristianos somos capaces de votar un partido que tenga esas premisas. Sería maravilloso, seguro que la vida sería de otra manera y los problemas se solucionarían de otra forma.
Quiero creer que para un partido que tenga este programa no hace falta una eminencia. Como les dirá Pablo a los de Corinto, los que tengan un corazón solidario y sean capaces de pensar en los demás, son los que tienen posibilidades de convencernos que el Evangelio merece la pena.
Volviendo a los medios de comunicación social, a los medios que encumbran a un candidato o no, quiero felicitar a los portadores de Evangelio, a los portadores de buenas noticias. Felicidades a los que son imparciales y no hurgan en la llaga del herido. Felicidades a todos aquellos que tienen a la
noticia, a la buena noticia, como norma de vida y si esta se llama evangelio, pues maravilloso.
Cuando veamos que las cosas no salen como nos gustaría que sucedieran, pongamos la solución mejor para que eso suceda, pongamos las fuerzas, las ganas de una o de todas las bienaventuranzas; apliquémoslas en nuestra vida de cada día; seamos capaces de enarbolar la bandera de todas y cada una de ellas; Tengamos la valentía de señalar con el dedo a quien no las cumple, pero seamos nosotros los primeros en hacerlo realidad.
Hasta la próxima



Paco Mira

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