“María
es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos
pobres pañales y una montaña de ternura. Ella es la esclavita del Padre que se
estremece en la alabanza. Ella es la amiga siempre atenta para que no falte el
vino en nuestras vidas. Ella es la del corazón abierto por la espada, que
comprende todas las penas. Como madre de todos, es signo de esperanza para los
pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la justicia. Ella es la
misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los
corazones a la fe con su cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina
con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor
de Dios” (Evangelii Gaudium 286).
CANCIÓN
Decir
tu nombre, María,
es
decir que la pobreza
compra
los ojos de Dios.
Es
decir que la promesa
sabe
a leche de mujer.
Decir
tu nombre…
Decir
tu nombre, María
es
decir que el Reino viene
y es
pura provocación.
Es
decir sólo quien ama
es
el que conoce a Dios.
Decir
tu nombre.
María,
María de Nazaret,
María
de Nazaret.
Decir
tu nombre, María,
es
decir que todo nombre
muestra
la gracia de Dios.
Es
decir que toda muerte
tiene
su resurrección.
Decir
tu nombre…
Decir
tu nombre, María,
es
decir que nuestra carne
viste
el silencio de Dios.
Es
decir que la promesa
sabe
a leche de mujer.
Decir
tu nombre.
María,
María de Nazaret…
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