Porque,
conociendo la humanidad del hombre, sabes que necesita de tu mano y de tus
huellas para no perder el norte de su existencia.
Que,
sin Ti, está abocada a la desilusión y
al desencanto a la tibieza, al pesimismo o al enfrentamiento.
Sales,
en este día del Corpus Christi,
y
empujado con la fuerza o el secreto del amor.
¡Inyecta,
Señor, un poco de tu sangre en nuestro mundo!
Porque,
nuestros cuerpos, se encuentran débiles
Porque,
la sangre que corre por nuestras venas,
además
de roja y viva queremos que sea divina
¡Danos
un poco de tu Cuerpo, oh Cristo!
Porque,
en las mesas de nuestra vida,
sobra
el pan que se cuece en un simple horno
y
nos falta ese otro Pan que se dora en el amor divino
¡VAS
POR DELANTE, SEÑOR!
Sales
en la custodia y rodeado de mis vasallos
Somos
nosotros, Señor, tus amigos
los
que, un día sí y otro también,
queremos
llevarte como el mejor tesoro al mundo
Los
que, envueltos en contradicciones,
somos
miembros de tu Cuerpo
y
anunciadores de tus buenos y santos misterios.
¡VAS
POR DELANTE, SEÑOR!
Mira
al enfermo que, desde el azotea de su sufrimiento,
te
grita: ¡ten compasión de mi!
Detén
tu mirada sobre el que, muerto aún estando vivo,
te
pide un poco de esperanza en su caminar
No
dejes de bendecir a los que, abriendo su corazón,
te
dicen que, entre todo lo conocido,
Tú
eres lo mejor y digno de ser adorado
¡VAS
POR DELANTE, SEÑOR!
Gracias,
Jesús, por compartir nuestras prisas
y
ofrecernos un poco de calma
Gracias,
Jesús, por no ser indiferente a nuestra vida
y
colmarnos con tu gracia
Gracias,
Jesús, por contemplar nuestra situación
y
regalarnos tantas caricias con serenas respuestas
Gracias,
oh Cristo, porque tu Cuerpo y tu Sangre
nos
redime, nos hace fuertes, decididos, valientes,
entusiastas,
comprometidos….
y
nos hace sentir hoy, más que nunca,
que
merece la pena caminar y vivir contigo.
Amén.
Javier
Leoz
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