Flor
del 8 de mayo: Virgen prudentísima
Fiesta
de Nuestra Señora de Luján
Meditación:
“Se turbó, preguntándose qué podría ser éste saludo” (Lucas 1,29). Prudentísima
porque turbada calló, porque obedeció, porque creyó y supo entregarse como
esclava de Dios. ¡Qué modelo para nuestra locuacidad, nuestra poca fe y nuestro
orgullo!. “Las vírgenes prudentes llenaron sus lámparas de aceite” (Mateo
25,4). María la llenó con fe. “Feliz porque haz creído”. La llenó con amor. “Mi
Amado es mío y yo soy suya” (Cantar de los cantares 2,16). La llenó de
esperanza. “Guardaba todas las Palabras de Jesús en su Corazón” (Lucas 2,51).
Oración:
¡Oh Virgen de Luján que señalas el camino de nuestro peregrinar!. Haz que la
prudencia de tu Corazón la cultivemos también hoy, para que nuestras lámparas
se aviven con una ardiente llama de fe, el pabilo de la esperanza y el aceite
del Amor, como verdaderos templos de Dios. Amén.
Decena
del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla
para este día:
Reflexionar sobre si cumplo lo que Dios quiere de mi, si hago Su
Voluntad, o la mía.
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