'pa mi papá yo quiero un trabajo a ver si así ya no me llora por las noches, las noches que se ahoga con su propio llanto
Indara es una niña malagueña de siete años que, como tantos otros, ha escrito ya su carta a los Reyes Magos. En realidad, Indara ha cantado sus deseos en lugar de plasmarlos en un papel y en cada uno de esos versos se mezclan arte, emoción y bondad tres ingredientes que seguro convierten a su carta en una de las más emotivas que Sus Majestades de Oriente lean estos días.
No
pide juguetes ni grandes lujos, Indara lo que quiere y desea es ver a su gente
riendo, porque en la felicidad de los suyos descansan todas sus pretensiones.
Con un arte para el canto flamenco poco propio en esas edades, la pequeña una
vez más dejó con la boca abierta a los profesionales y oyentes de la radio
municipal malagueña 'Onda Azul' cuando al ritmo de una guitarra española se
arrancó a cantar su carta a los Reyes Magos.
A
los tres de Oriente Indara les pide "un biberón y una cunita para cuando
se duerma" su hermana. Se acuerda de su madre y para ella desea "una
bonita casa, unos tacones y un vestido de lunares". El momento más
emocionante de la canción y por ende de su carta es cuando a sus "queridos
Reyes Magos" les pide para su papá "un trabajo a ver si así ya no me
llora por las noches, las noches que se ahoga con su propio llanto".
También
se acuerda de sus abuelos, para ella quiere "una peineta con las cuatro
lunas pa que se sienta todavía más guapa" y para él y su cojera "un
bastón como el de los marqueses".
Indara
termina su carta diciendo " y a mi no traerme nada, aunque también me
gustaría ir a un colegio y aprender, yo lo que quiero y deseo es ver a mi gente
riendo".
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