Oración con el evangelio de este fin de semana.
Dame un tiempo más, Señor, y no te enfades conmigo, para que crezca en sensatez. Un tiempo más para que arregle lo que se va haciendo crónico. Un tiempo más para que purifique el pensamiento y me haga menos suspicaz y desconfiado. Un tiempo más para que sea más generoso. Un tiempo más para que tenga más detalles de ternura y comprensión. Un tiempo más para que me vuelva a ilusionar como al principio de los proyectos fundamentales de mi vida. Un tiempo más para esperar por las personas, entendiendo y soportando sus tormentas. Un tiempo más para ver si encuentro tiempo para Ti. Un tiempo más para poner las cosas en orden y saber que es lo prioritario. Un tiempo más para cuidarme de verdad y escucharme por dentro. Un tiempo más para poder airear la humedad que deja dentro de mí los rencores ocultos. Un tiempo más para aceptar mis limitaciones, dejarme ayudar, y no ser tan autosuficiente.
Un tiempo más para no pedir a los demás lo que yo no estoy dispuesto a hacer. Dale permiso a tu Hijo para que me siga cavando, regando y nutriendo, para ver si doy algo más de fruto. Que no me quede en higuera frondosa y llena de hojas, sólo apariencia, pero sin frutos. Hasta en los sitos quemados por la lava, aparecen brotes verdes de plantas que se hacen resistentes y quieren dar fruto. Y yo, en condiciones mejores, no los doy tanto. Que nunca estorbe allí donde estoy, sino que sea generoso y desprendido ofreciendo lo que soy y lo que tengo. Que no me crea imprescindible y dueño de un espacio. Que no me importe ser de los últimos y servir ofreciendo mis años y mis esfuerzos.
Ojalá sepa aprovechar este tiempo que me das, que viene acompañado con el regalo de la vida y el cuidado de tu amistad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.