Lo primero pienso que tenemos que hacer, es dar gracias al Señor por el año pasado y por todos los beneficios recibidos de su mano a lo largo de él. Lo segundo pedir perdón al Señor por todas las oportunidades perdidas o mal aprovechadas. Tercero, pedirle su gracia y su asistencia durante el año que ya ha comenzado, convencidos de que sin él no podemos hacer nada.
1 de enero de 2021. ¿Por qué darle tanta importancia a este día? ¿No crees que cada instante, que cada día, puede ser un nuevo comienzo? Yo por lo menos lo pienso así. Vivir es cargar con lo que somos y lo que hemos hecho, es también romper, esperar y empezar otra vez. Una vez más, empezar. Me invito y les invito, a enfocar así el 1 de enero y cualquier otro día del año. Donde nos la jugamos de verdad, el desafío más fuerte, que es no darnos por vencidos ni por satisfechos; es mirar adelante con esperanza, con coraje, y subir un peldaño más en nuestra vida humana y cristiana. Reconozco que no soy el más indicado, pues estas actitudes no las tengo muchas veces, pero me tengo que repetir la palabra “puedo”. También, tenemos una invitación y es a ayudar a que tantos otros, retrocedidos hasta el último escalón de la vida, puedan mirar también hacia delante y hacia arriba. Tratemos de hacerlo juntos.
De cualquier manera comenzamos este nuevo tramo de la vida con la bendición que se leerá el dia 1 en la primera lectura del libro de los Números: El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz. Qué hermosa bendición, ¿verdad?... Pues cada día estará presente en tu alma. Desde el comienzo de este Año, Dios va a estar contigo diariamente.
Feliz año 2021
Un saludo cordial. Unidos en la oración
Samuel Rubio González
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