Altavoces de tu Palabra,
allá donde, tal vez, no seas conocido
en aquellos rincones donde, tal vez,
seas despreciado o ignorado
¡No somos dos, Señor!
Somos muchos más!
Pero, no siempre, tenemos el valor suficiente:
Para dar razón de tu presencia
Para ser tus testigos con todas las consecuencias
¡Ayúdanos, Señor, a ponernos en camino!
Sin más amparo que el ancho cielo
Sin más apoyo que tu Espíritu
Sin más riqueza que la Eucaristía
Sin más aliento que tu Palabra
QUISIÉRAMOS SER, SEÑOR
Reflejo de tu amor, valor y de tu paz
Llevando al mundo esperanza
e ilusiones a los hombres que no la tienen
Aportando coraje donde exista debilidad
y caridad donde surja la pobreza
Tu Reino, donde reine la injusticia
y tu vida, donde hable demasiado la muerte
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