SOÑAR
Esta semana he tenido muchos sueños, muchísimos. Sueño frecuentemente cuando duermo y sueño más cuando estoy
despierto. Supongo que no seré el único.
Me gusta soñar. El otro día me vi con Yolanda, que fue trabajadora de
Cáritas en Tamaraceite. Fue Técnica de zona durante varios años. Por cierto,
que no me gusta nada ese nombre de
¨Técnico de zona”. Con ella,
también venía Miguel, otro amigo trabajador de Cáritas. Hace ya más de ocho
años compartimos los tres una experiencia misionera en Guatemala. Volver a estar ahora con ellos, me hizo recordar y soñar. Como siempre ocurre, nuestra conversación nos
llevó a aquellos lugares en donde vivimos intensamente tareas muy interesantes, ilusiones, alegrías
y dificultades. Y deseé vivamente volver de nuevo a esa u otra misión y con
personas tan comprometidas como Miguel y
Yolanda.
Ayer me puse otra vez a soñar. Por un asunto casual,
recordé los momentos de mi vida en los que me ha tocado trabajar con
adolescentes en campamentos, o como formador en el Seminario Menor. Los días en
los que, sin ser scout, intenté cantar
sus mismas canciones y cumplir y animar a vivir los artículos de su Ley: “El scout cifra su honor en ser digno de
confianza. El scout es leal. El scout es útil y servicial. El scout es amigo de
todos y hermano de cualquier scout”...
Y otra vez me ilusioné
por dedicar más tiempo a chicos
y chicas que quieren vivirla llamada de la Naturaleza y la llamada
de Dios. Y por eso decidí compartir algo de todo esto hoy en la radio. Y deseo
seguir soñando. Todos tenemos sueños. Tengo sueños para esta Iglesia y sueños para el mundo. Sueños para
Cáritas, para los jóvenes, para los adolescentes. Sueños grandes o pequeñitos
que se cumplirán o no. Me gustaría, claro, que se cumplieran. Pero si no, al
menos desearlo. Es lo que dice esa Labordeta. También será posible que esa hermosa mañana(ese hermoso sueño,
podría decir) ni tú, ni yo, ni el otro la lleguemos a ver; pero habrá que
forzarla para que pueda ser. Quiero seguir soñando. Sueños alegres, vivos, bonitos,
ilusionantes. Cuando uno sueña es feliz.
Cuando uno deja de soñar, su corazón ha envejecido. Quiero seguir soñando.
JESÚS VEGA MESA
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