Y,
cuantas más veces me lo pregunto, Señor,
otras
tantas Tú me contestas:
¡Te
necesito como sal, y no como salero!
¡Como
rayo de luz, no como gran astro!
¡Como
gota de agua que calme la sed,
y no
como torrente que inunde todo a su paso!
¿LEVADURA
YO, SEÑOR?
Y,
la impaciencia, me invade, Jesús, y Tú lo sabes;
cuando
me esfuerzo, y no fructifica mi trabajo
cuando
hablo, y siento que pocos me escuchan
cuando
cuido tu campo,
y
apenas siento un agradecimiento humano
¿LEVADURA
YO, SEÑOR?
Lo
intentaré por Ti, mi Señor;
porque,
bien sé, que Tú eres el dueño del tiempo
porque,
bien sé, que Tú eres el Señor de la historia
porque,
bien sé, que Tú vences sobre el mal y la mentira
porque,
en lo invisible, sé que Tú sigues vivo y operante
¿LEVADURA
YO, SEÑOR?
Dame
un poco de tiempo
Dame
un poco de tu fuerza
Dame
un poco de tu Espíritu
Dame
un poco de tu Evangelio…
y sé
que llegaré, contigo, donde haga falta.
Amén
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