Oración con el evangelio de este fin de semana.
Señor, más de una vez he dado un rodeo y he pasado de largo. No siempre he querido implicarme en las tragedias de las personas que me rodean. He actuado por miedo, por comodidad o por no saber que hacer. También sé que en ocasiones es necesario mirar los problemas con cierta distancia y libertad de espíritu para que no me ahoguen. Pero hay situaciones que me has puesto delante para que de una respuesta. No sé si lo he sabido hacer bien, pero lo he intentado con todo mi corazón. No siempre lo habré sabido hacer como Tú me pides. Sé que el amor al prójimo son las pupilas que me permiten verte. Ese amor supone decir sí cuando es necesario, pero también no cuando es conveniente. Es saber entender lo que la persona necesita y ponerla en el camino para que encuentre su ruta. No voy a poder responder a todos los retos, pero te pido luz para que me enseñes cuáles son los míos. Contemplando lo que hizo aquel samaritano, te contemplo a Ti, Señor, que tantas veces has venido a mi vida y no has dado un rodeo; que tantas veces me has acompañado para que sane las heridas de la vida; que siempre me llevas a la posada de la Iglesia que sigue cuidando de mí con la Palabra y los sacramentos. En cada Eucaristía te haces presente. Me levantas de mis postraciones, me cargas sobre tus espaldas y me alimentas y cuidas con esmero. La Eucaristía es alimento, es bálsamo, es cuidado en la noche y es cuidado de la Iglesia que actúa en tu nombre. Lo que haces continuamente por mi es lo que quieres que aprenda a hacer con los otros. Observando tu pedagogía me ayudas a recorrer mi camino sin dar rodeos, respondiendo a los retos que me pones delante. A veces, también, soy posadero a quien pides que cuides de alguien hasta tu vuelta. Espero saber cumplir tu encargo.HIGINIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.