Cuando te bautizaste Señor ya me bautizaste. Lo hiciste por todos y para todos. Lo hiciste en primicia para que estuviese abierto ya para mi. Y así el día de mi bautismo cumpliste en mí lo que prometiste en el Jordán. Esperas cada bautismo y deseas el progreso espiritual de cada bautizado. Te duele cuando no soy fiel a mi bautismo, y te regocijas por cada paso de conversión que haya en mi vida.
Tuyo soy Señor, me visto con tu vestidura, como de tu mesa, y disfruto de tu amistad.
¿Qué más puedo pedir? Sé que nunca te separarás de mi aunque me entre el deseo de huir, o pase por cañadas oscuras.
Recordando Tu bautismo doy gracias por el mío. Doy gracias por aquellas personas que me regalaron el nombre de cristiano, y propiciaron mi libertad poniéndome a tu alcance.
Nunca he sido más libre que cuando te he hecho sitio.
Gracias Señor por mi bautismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.