Creo
que es un fin de semana intenso. Intenso por muchas razones:
políticas, sociales por lo anterior, religiosas, de recuerdo, de
felicitación a todos nosotros.... No se si con tanta celebración
podremos ser lo suficientemente claros como para poder bajarnos de
alguna de las higueras a las que podemos estar subidos.
¡No
ha dado vueltas ni nada el estar sin gobierno!. En parte es verdad.
Un país no puede estar a expensas de lo que los responsables
políticos decidan en un momento determinado. Todos nosotros tenemos
la necesidad de estabilizar nuestra vida, de estabilizar lo que todos
creemos que tiene que ser justo, de bajarnos de la higuera de las
especulaciones y empezar a trabajar en el terreno y no en lo
especulativo.
Me
gusta la actitud de Zaqueo. Me gusta la actitud de quien ante las
dificultades busca soluciones. Me gusta la actitud de quien lo que la
naturaleza no le ha dado siempre hay una posibilidad de ser mejor.
Zaqueo sería bajo, Zaqueo se sube a una higuera, Zaqueo soluciona su
problema. Pero es más: a los que buscan soluciones son a los que
Jesús busca, llama, invita a bajarse de las higueras de la vida y a
alojarse en su casa. ¡ Qué bonito!. ¡Cuántos de nosotros
necesitamos bajarnos de la higuera porque Jesús nos está llamando
para alojarnos en nuestra casa!
Eso
se lo diría yo mis paisanos españoles, me lo digo a mí mismo:
bajémonos de la higuera, seamos realistas, cedamos y busquemos
soluciones, busquemos el bien común que es el bien de todos
especialmente de los más pobres. Los políticos están buscando un
consenso en el programa de su partido para que los españoles sean
capaces de confiar en ellos. ¡qué maravilloso el programa de
principios de la semana que viene!: dichos los pobres, los humildes,
los sencillos, los que lloran, ....
Estoy
por asegurar que si en un programa político hubiera alguno de los
muchos artículos en beneficio de los más pobres, no solo ganarían
por mayoría sino que la gente no quisiera que se fueran del
gobierno. Ojala que los que salgan, no piensen solo en ellos; que
piensen en quien representan, en quienes como Zaqueo, están
expectantes, esperando una solución y la encuentran. Si eso es así
es que estamos ante un Dios vivo, que camina con nosotros y que está
con nosotros.
Es
verdad que a principios de la semana que viene recordamos a los seres
que se nos han ido. Me da la impresión que a veces somos más de
flores, de lágrimas, de recuerdos, de un Dios de difuntos... más
que de un Dios de vivos, de un Dios que camina con todos y cada uno
de nosotros; de un Dios que acompaña a la viuda y al viudo, al padre
y al hijo; de un Dios que está en lo cotidiano de la vida y que a
veces lo ocultamos en la penumbra de una tumba.
Me
gustaría que nosotros fuésemos cuña de quien nos pide un ejemplo a
nivel cristiano. Zaqueo no creía, al contrario, era crítico con
quienes lo hacían. Viendo fue capaz de creer y Jesús estuvo con él
y en él. Ojala que quien nos vea a nosotros sean capaces de ver a un
Zaqueo, que nos bajemos de la higuera, que seamos capaces de dar
testimonio de un Dios de vivos y no de un Dios de tristeza y de
muerte.
Vayamos
a los cementerios, pero para decir que Dios camina con nosotros como
con los discípulos de Emaús y que no lo dejemos escondido para que
nadie lo vea.
Hasta
la próxima
Paco
Mira
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