martes, 18 de marzo de 2014

MI PAPÁ ES UNA SILLA


Mi papá es una silla”
Dijo el niño en medio de la clase y todos lo miraron sin entender semejante concepto.
 Los pequeños sabían que había padres vendedores, bomberos y hasta equilibristas, pero papàs que fuesen sillas… no eso, nunca.
 La maestra preguntó al niño el por qué tal afirmación.
 - Porque con él me siento cómodo.
 - Pero eso no lo convierte en una silla- respondió confundida la maestra.
 El niño prosiguió:
 - Porque puedo descansar en él y porque si no alcanzo algo que quiero, él me ayuda y así sí puedo. Porque él es firme, fuerte y se que con él, nunca me voy a caer.
 Sonó el timbre del recreo.
 Todos los niños salieron a jugar pensando que un papá se parece mucho a una silla: cómoda, fuerte y firme.


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