Volver a casa es un viaje de toda la vida. Siempre habrá
partes nuestras que se apartan por el camino en la disipación o se quedan
atascadas en el resentimiento. Antes de que nos demos cuenta, estamos perdidos
en las fantasías del deseo carnal o en iracundas recriminaciones. Los sueños
que tenemos mientras estamos dormidos o despiertos a menudo nos recuerdan que
hemos perdido el camino.
Las disciplinas
espirituales, como rezar, ayunar u ocuparnos de otros son formas de ayudarnos a
volver a casa. Mientras caminamos hacia nuestro hogar muchas veces nos damos
cuenta de cuan largo es el camino. Pero no nos descorazonemos. Jesús camina con
nosotros en el camino. Si escuchamos cuidadosamente nos daremos cuenta de que
ya estamos en casa, mientras andamos de camino".
Henri Nouwen
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