Buenos días / Buenas tardes
domingo, 2 de enero de 2022
CARTA DE CARITAS
Buenos días / Buenas tardes
sábado, 1 de enero de 2022
jueves, 30 de diciembre de 2021
¿FELIZ 2022?. SÍ, SE PUEDE. SÍ, SE PUEDE.SÍ SE PUEDE. SUSO, TÚ PUDISTE
El "Sí, se puede", se ha convertido casi en un icono de la garra, de la lucha, del coraje... del no rendirse ante las adversidades. En los eventos deportivos es el grito alentador, casi cual griterío aterrador en el circo romano, que lleva en volandas a los deportistas a conseguir la victoria. Es la palmadita oportuna y en el momento adecuado, para dar ese impulso que faltaba y que anima a conseguir la victoria. Otra cosa será el resultado final, pero por lo menos no ha faltado el aliento del público.
Dicen que no hay que mirar hacia atrás ni para coger impulso. Pero es inevitable no hacerlo máxime cuando lo que estamos viviendo ahora es fruto de lo anterior. Lo hemos pasado mal, no, lo siguiente; hemos perdido a muchos seres queridos; estamos en una sexta ola; condicionamos nuestra vida a un pequeño bichito que nos marca la pauta a seguir en eventos posteriores... y seguro que tenemos, desde un confinamiento encubierto, que decir Feliz 2022.
A nivel religioso este fin de semana nos va a presentar la liturgia a la familia de Nazaret y a hacer hincapié que María guardaba todas las cosas en su corazón. El domingo, volveremos a leer el pregón navideño, en el II domingo de Navidad. Me resulta curioso ambos evangelios. El pregón que anuncia que al principio existía la Palabra, que la Palabra vino a los suyos, que los suyos no la recibieron....
Todavía hoy, entre nosotros, hay muchos a los que Jesús toca en la puerta de su corazón y no le abrimos o no le hacemos un hueco para que pueda estar con y junto a nosotros. Hoy, para muchos la Navidad, se ha convertido en "fiestas de invierno", cuando realmente es el nacimiento de quien ha cambiado el curso de la historia en todas sus facetas. Dios, en su humanidad frágil de niño, nos viene a demostrar el sí se puede que nos tiene que dar coraje para que ante las adversidades no desfallezcamos.
Hemos de quedarnos con lo bueno del año que termina; hemos de aprender de los errores que han sido muchos; hemos de levantarnos de las caídas fortuitas o provocadas, que nos han acaecido... pero nunca tirar la toalla. María, ante todas las adversidades - y pasó muchas - guardaba todo en el fondo de su corazón.
Celebramos la jornada mundial de la paz. También hacemos un guiño a que sí se puede. Muchos podemos pensar que los grandes conflictos bélicos son los que nosotros no podemos solucionar, sin embargo hay conflictos más cercanos que están en nuestras manos: riñas de pareja, enfrentamiento entre hermanos, malos rollos entre padres e hijos... la paz está al alcance de la mano de todos y cada uno de nosotros.
Seguro que seremos protocolarios alzando una copa de cava y pidiendo un deseo con las uvas. Pongamos, como María, cada copa, cada uva en el corazón de cada uno de nosotros. Pensemos con nombre y apellidos con quienes tengo que animarme para decirles que la Palabra se hizo carne, porque todavía tiene algo que decir y nosotros lo único que tenemos que hacer es abrir el oído para escucharle. Nuestro gran amigo Suso, lo has llevado a la práctica desde hace 50 años en que fuiste ordenado de sacerdote. Felicidades, amigo y digo bien: AMIGO, porque la Palabra se hizo humana y camina y está contigo.
Ojala que cuando la gente nos vea, no vean en nosotros la tristeza personificada, sino que cuando brindemos por el nuevo año, digamos que SÍ, SE PUEDE, claro que sí. Está en nuestras manos y no en las de otros. Por cierto, mi reconocimiento, admiración a Desmond Tutu.
Comparto con ustedes que SÍ SE PUEDE
FELIZ AÑO
Hasta la próxima
Paco Mira
miércoles, 29 de diciembre de 2021
lunes, 27 de diciembre de 2021
domingo, 26 de diciembre de 2021
NO QUIERO FELICITAR LA NAVIDAD. QUIERO HACER NAVIDAD
NO QUIERO FELICITAR LA NAVIDAD. QUIERO HACER NAVIDAD
Les confieso que a mí me gusta la Navidad. Entiendo que las fiestas que celebramos una vez al año, han de ser irrepetibles. La Navidad es la fiesta del toque de atención; la Navidad es la fiesta que nos tiene que servir de despertador ante la pasividad consumista que nos anestesia y que es inevitable, casi, en no caer en la tentación de ella. Y me gusta la navidad porque la humildad y la fragilidad se hace presente en un mundo de "matones" que ahogan y subyugan al resto. Me gusta la Navidad porque es la única fiesta en la que la humildad y la fragilidad paraliza al mundo entero, sean creyentes o no.
Alguien me mandaba un wass en el que me preguntaba si la Navidad era una fiesta pagana porque no tenía una fecha real del nacimiento. La Navidad es una fiestas de todos y para todos, porque hace posible que la Vida nazca en ti, (Nativita te), y esto está por encima de cualquier manifestación. La Vida tiene que estar en el horizonte de todos y cada uno de nosotros; la Vida vence y está por encima de la muerte en cualquiera de sus manifestaciones y por ello es motivo de celebración.
Sin embargo, para los cristianos, esa fiesta tiene un nombre y hasta tiene un pregón único: "la Palabra (Dios) se hizo carne y acampó entre todos y cada uno de nosotros". El nacimiento de Jesús tiene sentido en la medida en que seamos capaces de asumir que la realidad del mundo en el que vivimos ha sido cambiada por el nacimiento de la pequeñez que se hace grande en la medida en que seamos capaces de asumir su realidad.
Cuando cantamos "campana sobre campana; asómate a la ventana", seguro que tenemos que asomarnos a muchas ventanas y veremos al niño en una cuna. La cuna de quienes buscan en los vertederos y contenedores para llevarse algo a la boca; la cuna de las colas del hambre, donde el niño de Belén busca también su sitio y está en ellas; la cuna del paro, del erte, de la enfermedad, de la soledad, de las separaciones injustificadas, del maltrato familiar, de las violencias de género.... en todas esas ventanas vemos la cuna del un niño con sonrisa abierta y brazos abiertos para que podamos cogerlo.
Creo que la mejor Navidad es la que nace en el seno de la familia. La Navidad ni se compra ni se vende. La Navidad no tiene rebajas ni ofertas de tres por dos. El domingo celebramos la sagrada familia. Me gusta reivindicar el papel de la familia. Pero de la familia en todos sus acepciones, donde el amor sea el nexo de unión entre todos sus miembros y donde Jesús de Nazaret tenga un pesebre confortable en el corazón de todos y cada uno de sus miembros.
Por eso la Navidad no se felicita, se hace. Es un trabajo que todos tenemos que hacer y poner de nuestra parte.
Déjenme que les diga: HAGAMOS NAVIDAD.
Hasta la próxima
Paco Mira