ORACION FIN DE SEMANA

 Oración con el evangelio de este fin de semana.

Señor, gracias por lo que soy y por lo que tengo, fruto de tu generosidad. La riqueza más importante es la vida que me has dado y conservo, junto con la fe; y, después de ello, las personas con las que puedo compartir o disfrutar. Miro mi casa y veo muchas cosas que he ido adquiriendo a lo largo de mi vida. Muchas necesarias; otras recuerdos o cosas hermosas que adornan el lugar donde habito. Pero también descubro muchas cosas innecesarias que con el paso del tiempo se convierten en auténticos estorbos. ¿Será ello expresión de lo que tengo en el corazón? Quiero vivir libre, sin que ninguna cosa me esclavice. Quiero saber usar las cosas con el deseo de que sirvan a la verdadera orientación que debe tener la vida. Las cosas no son buenas o malas en sí mismo; deben servir para que seamos felices y para que respondan a lo que quieres de nosotros.       Que no guarde trastos de rencores y pensamientos negativos. Que no me haga calculador y con la avaricia del cariño ajeno. Que no mire hacia las riquezas ajenas soñando con tenerlas, pensando en felicidades imaginarias. Que no me envenene por lo que he perdido o me han quitado de forma injusta. Que me alegre por lo que tienen mis hermanos, mis parientes, mis amigos, mis vecinos. Que sepa disfrutar de las pequeñas cosas: de la comida compartida, de la charla amena, de la madre naturaleza. Que sepa respetar y cuidar lo que es común; incluso de las flores y plantas de los paterres públicos. Líbrame de la avaricia de los ojos, del veneno de las conversaciones, del afán por el lujo y lo último del mercado. Líbrame de acumular chismes para propagarlos. Que sepa cuidar la riqueza del alma, que se adorna con las palabras convenientes, con los silencios necesarios, con el saber estar y el saber no estorbar. Dame la capacidad para entender que no soy dueño de nada ni de nadie. Y que, al final, solo te pertenezco a Ti que eres mi riqueza.