viernes, 31 de enero de 2025

EUCARISTÍA IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

PROTAGONISTAS USTEDES

IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 


Lecturas de la Presentación del Señor

Primera Lectura

Lectura del libro de Malaquías (3,1-4):

Así dice el Señor: «Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí. De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis, el mensajero de la alianza que vosotros deseáis. Miradlo entrar –dice el Señor de los ejércitos–. ¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata, como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es debido. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos.»

Palabra de Dios



Salmo

Sal 23

R/. El Señor, Dios de los ejércitos, es el Rey de la gloria.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra. R/.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. R/.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria. R/.

                                                          

Segunda Lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (2,14-18):

Los hijos de una familia son todos de la misma carne y sangre, y de nuestra carne y sangre participó también Jesús; así, muriendo, aniquiló al que tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo, y liberó a todos los que por miedo a la muerte pasaban la vida entera como esclavos. Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote compasivo y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar así los pecados del pueblo. Como él ha pasado por la prueba del dolor, puede auxiliar a los que ahora pasan por ella.

Palabra de Dios

                                                        

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,22-40):

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.» Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

Palabra del Señor


 

sábado, 25 de enero de 2025

JORNADAS DE CARITAS

 EN VIERNES SE ORGANIZARON EN LAS PLAZA SAN RAFAEL UNAS JORNADAS DE INFANCIA, CONECTANDO SABERES Y SONRISA.













ORACIÓN DEL FIN DE SEMANA. HIGINIO

 


Se nota, Señor, que escuchabas y meditabas la Palabra de manera continua y frecuente. No eras un creyente de los de vez en cuando. Escuchabas y meditabas con disciplina y atención. Ibas abriendo tu corazón a esa Palabra, y desde ella, ibas interpretando la voz del Padre, con quien estabas eternamente unido. Tu humanidad se forjó en la escucha, de tal manera que cuanto oías te lo aplicabas. No seleccionabas de la Palabra sólo lo que te gustaba, ni te dejabas llevar por la lectura interesada de los de tu pueblo. Leías con libertad y con disponibilidad. Cuánto me gustaría, Señor, que esa misma manera tuya, yo la tuviera en mi vida de creyente. Que tu Espíritu me ayude a acoger tu Palabra en la totalidad de tu propuesta salvadora, y a disfrutar de la libertad de esa Palabra. Has venido a ofrecer gracia y consuelo, a recomponer lo que está a punto de romperse, o se ha roto, a dar una nueva oportunidad al que fracasa. A ofrecer un perdón a quien lo desea recibir y un camino de justicia y caridad a quien lo quiera recorrer. Viniste a abrir con tu persona un jubileo continuo y permanente, con una puerta siempre abierta en cualquier etapa de la vida. Tu Palabra abre ventanas a quien está encerrado en las cuatro paredes de sus problemas; permite caminar a quien se ha acostumbrado a la parálisis de la comodidad, o lo que creen ya imposible; calma el dolor de lo que han sido castigados por la vida; abre la mente al misterio en aquellos que todo lo quieren medido y razonado. Tu Palabra invita a la esperanza, fortalece la fe, y hace nuevo y creativo al amor. Tu Palabra activa las potencias del alma: es memoria viva que sale al paso de los acontecimientos; es entendimiento que ayuda discernir lo que Dios quiere en cada momento; es voluntad que nos empuja a una acción fecunda y misionera. La escucha atenta y orante de tu Palabra, Señor, me hace creyente con fundamento. Dame la gracia de no renunciar a su escucha y la humildad de ser siempre un aprendiz.

CATEQUESIS DE PREPARACIÓN AL MATRIMONIO

EN LA MAÑANA DE ESTE SÀBADO 24 de ENERO, SE HA CELEBRADO LA CATEQUESIS DE PREPARACIÓN AL MATRIMONIO A LAS PAREJAS QUE PRÓXIMAMENTE VAN A DAR EL SÍ A UN COMPROMISO DE VIDA CRISTIANA.”LO QUE DIOS UNE QUE NO LO SEPARE EL HOMBRE” 

EL LUGAR DE ENCUENTRO FUE EN LA PARROQUIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD DEL TABLERO.

¡FELICIDADES A TODOS !










viernes, 24 de enero de 2025

EUCARISTÍA III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

LECTURAS DEL III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 


Primera Lectura

Lectura del libro de Nehemias (8,2-4a.5-6.8-10):

 EN aquellos días, el día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la comunidad: hombres, mujeres y cuantos tenían uso de razón. Leyó el libro en la plaza que está delante de la Puerta del Agua, desde la mañana hasta el mediodía, ante los hombres, las mujeres y los que tenían uso de razón. Todo el pueblo escuchaba con atención la lectura de la ley.

El escriba Esdras se puso en pie sobre una tribuna de madera levantada para la ocasión.

Esdras abrió el libro en presencia de todo el pueblo, de modo que toda la multitud podía verlo; al abrirlo, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo respondió con las manos levantadas:

«Amén, amén».

Luego se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.

Los levitas leyeron el libro de la ley de Dios con claridad y explicando su sentido, de modo que entendieran la lectura.

Entonces, el gobernador Nehemias, el sacerdote y escriba Esdras, y los levitas que instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea:

«Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios: No estéis tristes ni lloréis» (y es que todo el pueblo lloraba al escuchar las palabras de la ley).

Y añadieron:

«Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza».

 

Palabra de Dios



 

Salmo

Sal 18,8.9.10.15

 

R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

 

V/. La ley del Señor es perfecta

y es descanso del alma;

el precepto del Señor es fiel

e instruye al ignorante. R/.

 

V/. Los mandatos del Señor son rectos

y alegran el corazón;

la norma del Señor es límpida

y da luz a los ojos. R/.

 

V/. La voluntad del Señor es pura

y eternamente estable;

los mandamientos del Señor son verdaderos

y enteramente justos. R/.

 

V/. Que te agraden las palabras de mi boca,

y llegue a tu presencia

el meditar de mi corazón,

Señor, roca mía, redentor mío. R/.



 

Segunda Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,12-30):

 

Hermanos:

Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.

Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Pues el cuerpo no lo forma un solo miembro sino muchos.

Si el pie dijera: «No soy mano, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el oído dijera: «No soy ojo, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo oiría? Si el cuerpo entero fuera oído, ¿cómo olería? Pues bien, Dios distribuyó el cuerpo y cada uno de los miembros como él quiso.

Si todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?

Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo.

El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito». Más aún, los miembros que parecen más débiles son más necesarios. Los que nos parecen despreciables, los apreciamos más. Los menos decentes, los tratamos con más decoro. Porque los miembros más decentes no lo necesitan.

Ahora bien, Dios organizó los miembros del cuerpo dando mayor honor a los que menos valían.

Así, no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los miembros por igual se preocupan unos de otros.

Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan.

Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro.

Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas.

¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan?

 

Palabra de Dios



 

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,1-4;4,14-21):

 Ilustre Teófilo:

Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmiteron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.

Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

«El Espíritu del Señor está sobre mí,

porque él me ha ungido.

Me ha enviado a evangelizar a los pobres,

a proclamar a los cautivos la libertad,

y a los ciegos, la vista;

a poner en libertad a los oprimidos;

a proclamar el año de gracia del Señor».

Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.

Y él comenzó a decirles:

«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».

 

Palabra de Dios



¿ DÓNDE ESTÁ LA PALABRA?


 ¿DÓNDE ESTÁ LA PALABRA?

 

 

Casi me retrotrae a mi infancia cuando se leía o veía alguna película cuyo título era «en busca del tesoro». Y es que lo que se pierde o suprime, luego es difícil de recuperar o no se volverá a dar más. Hablar es entendernos, es la cualidad de este «animal racional» que no tienen otros parecidos a su especie. Lo hemos considerado un lujo, hemos rebuscado para que la misma palabra se pueda decir de formas diferentes, es lo que nos ha permitido – a parte del asombro inicial del ser humano por las cosas – avanzar en la humanidad. Y las palabras, de nuevo, tienen su sentido: humanidad, ser humano.

Pero no olvidemos que en la vida real las palabras tienen poder, tanto las habladas como las escritas. Las palabras escritas en unas instrucciones nos permiten montar o hacer funcionar algo; las palabras escritas en una receta de cocina nos permiten comer algo bueno y bien hecho. Y las palabras habladas también tienen poder: una información que nos cuentan, un insulto, algo bonito que nos dicen… hace que reaccionemos de diferentes formas. Y ese poder de las palabras aumenta si quien nos lo dice es alguien importante en nuestra vida.  

Espero que no, pero pienso que estamos perdiendo la palabra. No tanto la palabra que es innata al ser humano, sino la capacidad de comunicación que nos ha hecho únicos, irrepetibles. Hemos luchado, y seguimos haciéndolo, para que la tecnología ayude al ser humano, para que ayude a avanzar... pero la tecnología ya nos supera y lo que es más, no nos da oportunidad de comunicación. Esa imagen tan llevada y traída de la mesa de cuatro de una familia, cada uno con su móvil, y que nadie habla, cada día es más real. 

Ya no estrujamos la mente para enviar una felicitación (navideña, de cumpleaños, del día...), aprovechamos la que las redes sociales nos aportan para adjuntar sin necesidad de ser creativos en nuestras relaciones. Curiosamente el otro día fui a una farmacia a buscar un medicamento que el médico me dio por escrito en su receta y la farmaceútica me pregunta, «su médico no utiliza el ordenador». ¡Qué pena!, perdemos y no valoramos lo más esencial: la comunicación real y efectiva en favor de la maquinaria que, seguro, acabará con la identidad de muchos.

A nivel de fe, les puedo asegurar que «para el niño recién nacido no había sitio en la posada», o que «la Palabra vino a los suyos, y los suyos no la recibieron»El Papa ha querido que este tercer domingo sea dedicado a la Palabra y esta con mayúsculas. Dios sigue queriendonos decir algo. Todos los días, pero en especial los domingos, siempre tiene una buena noticia que comunicarnos en un mundo en el que cada vez, las malas noticias campan a sus anchas.

Quiero creer que la profecía se hizo evangelio: Hoy se ha cumplido la Escritura que acabamos de oír. Lo dice el Ungido, el enviado, el que es la Luz, el Camino, La verdad y la Vida. Lo dice el que es evangelio de los pobres. Fijémonos en nuestra asamblea. Podemos decir que somos una familia de hijos en torno a una mesa, de pobres que hemos sido evangelizados, de ciegos que hemos recobrado la vista, de leprosos que hemos sido limpiados, , de oprimidos que hemos sido liberados. ¡En Cristo Jesús, se ha cumplido para nosotros lo que el Señor, por el profeta, había prometido!.

Que nadie se engañe a sí mismo. O somos evangelio para los pobres, o no somos cuerpo de Cristo. O somos evangelio para los esclavos de nuestro tiempo, o no somos cuerpo de Cristo. O somos evangelio para los sin papeles, para los sin derechos, para los excluidos del bienestar, para los hambrientos de justicia, para los hambrientos de pan o no somos cuerpo de Cristo. En el Cuerpo de Cristo no caben los que, en nombre de la propia tranquilidad o seguridad o bienestar, justifican el abandono de los pobres y su muerte.

Comenzaba diciendo, ¿dónde está la palabra?. Pues la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.

 

 

Hasta la próxima

Paco Mira

 

PROTAGNISTAS USTEDES 24 DE ENERO 2025

domingo, 19 de enero de 2025

JORNADA MISIONERA

 






🩷🩷En la mañana de hoy se ha realizado la jornada de infancia misionera en la unidad pastoral San Rafael Arcangel@ San Pedro Mártir.

💗💗A las 10.00 de la mañana se inició la eucaristía en la parroquia San Pedro Mártir con las familias y niños de esa parroquia. Al finalizar estos niños leyeron un “manifiesto” y se acogió a las familias y niños de San Rafael que se acercaron a dicho lugar para iniciar la marcha desde dicho lugar.

🥾🥾🥾La marcha se realizó por toda la Avenida llegando hasta plaza San Rafael con parada en la plaza los Algodoneros.

💒💒Al llegar a la plaza San Rafael se concluyó el acto con otra lectura por parte de los niños de esta parroquia dando lugar a la eucaristía en familia para dicha comunidad.

Muchas felicidades y muchas gracias por ser acogidos, por acoger y demostrar “”COMPARTO LO QUE TENGO”.

MARCHA MISIONERA UNIDAD PASTORAL SAN RAFAEL ARCANGEL@SAN PEDRO MÁRTIR

EUCARISTÍA II DOMINDO DEL TIEMPO ORDINARIO. MISA DE FAMILIA

EUCARISTÍA CON LA MARCHA MISIONERA

viernes, 17 de enero de 2025

EUCARISTÍA II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

PROTAGONISTAS USTEDES

¿LA VIDA SIGUE IGUAL?

 




¿LA VIDA SIGUE IGUAL?

Julio Iglesias cantaba y decía, “unos que nacen, otros morirán. Unos que ríen otros llorarán, penas y glorias, guerras y paz” y detrás de cada estrofa se termina diciendo, la vida sigue igual. A estas alturas del mes de enero, ese podría ser el sentimiento de muchos: la vida sigue igual. El domindo pasado, sin haberse terminado la Navidad, ya no había demasiado espíritu navideño. Hemos vuelto a la normalidad con sus problemas y quebraderos de cabeza.

Y probablemente sea verdad que la vida sigue igual, porque los que tenemos en nuestras manos la posibilidad de que eso no sea así, nosotros, no nos ponemos manos a la obra. Quizás, como en las bodas de Caná, nos falte el vino, nos falte la chispa que encienda una llama que anime a que esto cambie; nos falte esa dosis que haga que nuestras vidas dejen la rutina del agua de las tinajas, y apuntarnos a lo nuevo y diferente que pueda aportarnos el mensaje de Jesús. Dejar el Antiguo Testamento y apuntarnos, ya de una vez, al Nuevo Testamento.

En la sociedad de Jesús, el vino era el símbolo de la alegría y del amor. Quizás en nuestra vida nos falten esos dos ingredientes que son los que dan su parte significativa a todo lo que hacemos y realizamos. Jesús no nos abandona e interviene para salvar la fiesta, proporcionando abundante vino y además de calidad. Jesús está con los problemas del pueblo, y además se dedica a hacer más humana y llevadera la vida de la gente.

Hoy es el día de la infancia misionera. Para evangelizar no solamente hacen falta las palabras, sino los gestos, los signos. Evangelizar no es solo hablar, predicar o enseñar. Es necesario actualizar, con fidelidad creativa, los signos que Jesús hacía para introducir la alegría de Dios haciendo mejor nuestra vida.

A muchos contemporáneos la palabra de la Iglesia los deja indiferentes. Nuestras celebraciones los aburren. Necesitan conocer más signos cercanos y amistosos por parte de nosotros para descubrir en los cristianos la capacidad de Jesús para aliviar el sufrimiento y la dureza de la vida. Jesús es esperado por muchos como una fuerza y un estímulo para existir, y un camino para vivir de manera más sensata y gozosa. El amor es el vino de la vida. Un vino que probablemente empieza a escasear y sin ese vino es posible la verdadera alegría entre los hombres.

Los niños han de ser los primeros evangelizadores y evangelizados. En algún tiempo había que ir lejos para evangelizar porque entendíamos que nuestro querido primer mundo estaba sobrado de acogida de la buena noticia. Me da la impresión que hoy es al revés: aquellos países que consideramos el tercer mundo, nos dan lecciones de escucha y puesta en práctica de la Palabra de Dios. Los niños, como las esponjas, acogen, absorven el mensaje y seguro que a sus amigos les pueden contagiar la alegría de la fe.

Cada uno tenemos que saber ubicarnos, no solamente en la vida, sino en la actividad pastoral que nos toca. Corremos el riesgo, ante la escasez de gente, que uno o más de uno haga todo de todo, con el riesgo de que el que mucho abarca, poco aprieta. Pablo en la carta que dirige a la comunidad de Corinto lo deja bien claro: que cada uno haga aquello a lo que ha sido llamado o a lo que se siente llamado. No haga aquello que no entiende, puesto que el ejemplo negativo puede ser peor.

Tenemos un reto por delante: anunciar a los niños que ellos pueden ser los primeros evangelizadores. Que lo niños vean en nosotros que también anunciamos la buena noticia; que, como el vino, nos inunde la ilusión y la esperanza de que las cosas pueden ir a mejor.

 

 

Hasta la próxima

Paco Mira

EUCARISTÍA II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 




Lecturas del II Domingo del Tiempo Ordinario

Primera Lectura

Lectura del libro de Isaías (62,1-5):

Por amor a Sión no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia,
y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia,
y los reyes tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo,
pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada»,
ni a tu tierra «Devastada»;
a ti te llamarán «Mi predilecta»,
y a tu tierra «Desposada»,
porque el Señor te prefiere a ti,
y tu tierra tendrá un esposo.
Como un joven se desposa con una doncella,
así te desposan tus constructores.
Como se regocija el marido con su esposa,
se regocija tu Dios contigo.

Palabra de Dios

                                                    

Salmo

Sal 95,1-2a.2b-3.7-8a.9-10a.c

R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

V/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

V/. Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

V/. Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R/.

V/. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él gobierna a los pueblos rectamente». R/.

                                            

Segunda Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,4-11):

Hermanos:
Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.
Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.
Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A éste le ha concedido hacer milagros; a aquél, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas.
El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Palabra de Dios

                                              

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio segun san Juan (2,1-11):

EN aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice:
«No tienen vino».
Jesús le dice:
«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dice a los sirvientes:
«Haced lo que él os diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dice:
«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice:
«Sacad ahora y llevadlo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice:
«Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

Palabra de Dios