MI QUERIDA IGLESIA, ESA
IGLESIA MIA, ESA IGLESIA NUESTRA
No sé si los que tenemos ciertos
años nos vamos volviendo más nostálgicos de ciertos acontecimientos o
personajes del pasado. Pero sí tengo claro que el pasado nos ha servido para
saber donde estamos ahora y sobre todo hacia donde tenemos que caminar. Hace
unos cuantos años, entre nosotros , había una cantante llamada Cecilia que
cantaba aquello de mi querida España, esa
España mía, esa España nuestra", sin duda ella sentía como propio lo
que amaba.
Este domingo celebramos el día de mi
querida Iglesia, esa Iglesia mía, esa
Iglesia nuestra, el día de la Iglesia diocesana. Una Iglesia que entiendo
que no es la propiedad de un señor que vive en el Vaticano, ni la de alguien
que en representación de él vive en la Plaza de Santa Ana. La Iglesia soy yo,
eres tú, somos nosotros. Somos Iglesia todos aquellos que hemos sido bautizados
en un momento determinado y que no nos quejamos ni nos arrepentimos de ello. Si
mi Iglesia falla, es porque yo fallo, es porque nosotros no nos ponemos de
acuerdo.
A veces me da pena la virulencia con
la que criticamos a esa institución que tiene fallos, que es pecadora, pero que
es maravillosa porque a base de caídas, a base de pastores que no son
perfectos, a base de cristianos que critican y no quieren corregir.... vamos
caminando por un camino por el que todos pasamos y que a veces no es el más
adecuado.
Es verdad que me gustaría una
Iglesia que a lo mejor tuviera otros alicientes: una iglesia donde los seglares
no solo tengan protagonismo en el papel sino en la realidad; una Iglesia donde
la mujer tenga los mismos derechos que los hombres; una Iglesia que condene
fallos pederásticos o de soborno... una Iglesia que sepa pedir perdón, porque
es una Iglesia humilde y pecadora. Pero es la Iglesia que tenemos, con gente
maravillosa, con gente comprometida, con gente entregada y por ello caminamos.
Claro y a río revuelto, ganancia de
pescadores. Seguro que aparecerán muchos que darán soluciones de como tiene que
ser nuestra Iglesia. Muchos ni siquiera la pisan o si lo hicieron, fue hace
mucho tiempo. También habrá muchos que desde dentro quizás la critiquen, si es
para el bien de la misma, bendito sea. No cerremos la puerta a la reflexión y
al diálogo, cerremos la puerta a quienes intenten desestabilizar lo que tengamos de verdadera armonía.
Seamos agradecidos con las otras
Iglesias que desde la diferencia hace que todas nos enriquezcamos; seamos
agradecidos con las opiniones de quienes no piensan como nosotros, pero que
desde la diferencia nos hacen avanzar en el estudio y en la sencillez.
Me gusta mi pastor, me gusta
Francisco que desde la humildad me dice que tengo que oler a oveja, a salir a
las periferias y a rezar con los que no tienen lugar para ello. Me gustan los
amigos sacerdotes que entregan su vida en favor de los más necesitados; me
encantan los seglares, los laicos comprometidos que "pierden su vida para
ganar la de otros"... Mi querida
Iglesia, esa Iglesia mía, esa Iglesia nuestra". Si todos somos
conscientes que la Iglesia es una tarea de todos y no de unos pocos, somos
capaces de llevar adelante y hacia buen puerto una tarea maravillosa que empezó
hace dos mil años.
Gracias a mi Iglesia. Felicitémonos
todos por lo que compartimos juntos y disfrutamos todos. Es lo que tenemos y es
lo que nos toca vivir en el momento en que lo estamos disfrutando.
Hasta la próxima
Paco Mira
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