¿SABÍAN QUE LA PACIENCIA ES
UNA VIRTUD? POR EJEMPLO, ACARICIAR, BESAR, ABRAZAR....
Siempre me acordaré que una vez se
me lió una cuerda, de tal manera que se hizo un nudo impresionante. Claro,
empecé a ponerme nervioso, porque la cuerda la necesitaba. Solución fácil:
tijera en ristre y se acabó el problema. Pero mi padre, que en eso de paciencia
- al menos para algunas cosas - sabe algo, me dijo: ¡espera, tranquilo....!.
El
hombre, con todo el tiempo del mundo, sin prisa, sentado en la mesa de la
cocina, casi sin uñas.... empezó manos a la obra. Utilizó todos los recursos
posibles: calor, unas tijerillas, un cuchillo chico... total que después de 34
minutos, cronometrados, la cuerda fue utilizada para lo que yo la quería. Le di
las gracias, pero al mismo tiempo me preguntaba, pero ¿qué prisa tenía yo?.
Hoy las lecturas nos hablan de
paciencia, de tranquilidad, de segundas, terceras, infinitas oportunidades.
Quizás la vida no nos deje tiempo para la tranquilidad, sino más bien para todo
lo contrario. Hoy la vida nos mete tal prisa que incluso los artículos que
consumimos cada vez tienen menos tiempo de caducidad porque de lo que se trata,
es de consumir y de una manera feroz.
Pero es curioso que esta maravillosa
vida, a la que a veces criticamos con crueldad; esta vida que a veces nos
castiga y no sabemos por qué; esta vida que al mismo tiempo puede ser signo de
contradicción y nos oferta maravillosas oportunidades, posibilidades de besar,
abrazar, acariciar, contemplar, disfrutar.... en definitiva vivir, nos dice que
no
corramos, al contrario todo lo que podemos hacer de bueno, requiere de una
virtud: paciencia. Un hijo, o un padre no puede besar o acariciar a su hijo con
prisa, corriendo, como si el reloj marcara una hora más importante que el fruto
del amor y de su sangre; no podemos abrazar al amigo, al brazo derecho cuando
el reloj nos marca la hora de un deporte o de un medio de comunicación; una
puesta de sol o un amanecer, signo de la presencia de Dios para los cristianos,
no podemos contemplarla con el reloj en la mano. Así lo que uds. quieran.
Dios en las lecturas de hoy, desde
Moisés que le pide a Dios que al pueblo le de una segunda oportunidad; Pablo
que confiesa que Dios tuvo paciencia con él y Jesús en las parábolas en las que
nos manifiesta la alegría del arrepentimiento del tesoro escondido, de las
monedas....son signo claro que la paciencia es una virtud y que como todas las
virtudes hay que practicarlas para que no se oxiden.
No hace mucho alguien me comentaba
que tenía un empleado que por más que le dijera que había que entrar a la hora,
que había que sacar la basura en su momento, que el teléfono había que cogerlo
cuando sonaba....no había nada que hacer. Que había hablado con él infinidad de
veces, pero que no cambiaba, ¡"¿Qué voy a hacer, Paco?!", pues tener
paciencia que no queda otra.
Quizás nuestros mayores son los que
más entienden de paciencia. Ellos esperan a que nosotros tengamos tiempo para
atenderles. Muchas veces decimos que la gente no tiene paciencia con nosotros,
pero quizás es que nosotros tampoco tenemos paciencia con ellos. Creo que la
paciencia son de esas virtudes reciprocas: no puedo pedir que me den aquello
que yo no doy, pero es que además es una virtud muy fácil de aplicar, pero que
nos cuesta una enormidad.
Ojala que el año de la misericordia,
apliquemos la paciencia misericordiosa. Dios lo es con nosotros, y ¿nosotros
con los demás'
Hasta la próxima
Paco Mira
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