Señor, tu sabes cuantas veces he luchado conmigo mismo,
a veces siento dudas de fe, y otras, me disfrutan tus
enseñanzas.
Yo se que Tu no eres un rival, pero para aceptar tu
voluntad tengo que luchar
contra mi comodidad y mis preferencias.
Cuando me encuentre en estos conflictos o en una crisis
concédeme ve que estas conmigo;
que me llamas a a crecer y superarme.
Señor, las crisis son muy desagradables: concédeme luchar
contigo y no contra Ti,
porque al luchar contra Ti me hago daño a mi mismo.
Tu me desafías y pones nuevas metas continuamente en mi
vida de acuerdo a tu voluntad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.