¿Cómo esperas esta Navidad? ¿Cómo la monótona
repetición de las estaciones del año? ¿Otra Navidad más? ¿De nuevo los regalos,
la cena con la familia, la salida con los amigos?
Si la esperas así, la Navidad no tendrá sentido.
Mira, en las cosas de Dios, todo es novedad y todo es misterio, esta no es una “Navidad más” es una “Navidad nueva”.
Tú no eres este año el mismo del año pasado, millones de células han cambiado en tu cuerpo y muchas cosas son nuevas en tu vida. Jesús, el hombre nuevo, no se cansa de llamar a la puerta de tu corazón cada año, viene suplicando acogida, hecho niño, carne de tu carne, indefenso y desnudo, unos pañales cubren su pequeño cuerpo y María y José sus padres, están llamando a todas las puertas de Belén, buscando posada.
¿Encontrarán cerradas las puertas de tu corazón, llenas de monótono aburrimiento y fría rutina?, o encontrarán un lugar caliente y acogedor, abierto a la novedad y a la frescura del Espíritu.
Si la esperas así, la Navidad no tendrá sentido.
Mira, en las cosas de Dios, todo es novedad y todo es misterio, esta no es una “Navidad más” es una “Navidad nueva”.
Tú no eres este año el mismo del año pasado, millones de células han cambiado en tu cuerpo y muchas cosas son nuevas en tu vida. Jesús, el hombre nuevo, no se cansa de llamar a la puerta de tu corazón cada año, viene suplicando acogida, hecho niño, carne de tu carne, indefenso y desnudo, unos pañales cubren su pequeño cuerpo y María y José sus padres, están llamando a todas las puertas de Belén, buscando posada.
¿Encontrarán cerradas las puertas de tu corazón, llenas de monótono aburrimiento y fría rutina?, o encontrarán un lugar caliente y acogedor, abierto a la novedad y a la frescura del Espíritu.
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