PRETENDEMOS SER UN VEHÍCULO DE EXTENSIÓN DE NUESTRA FE, AYUDARLES A REFLEXIONAR ASÍ COMO DAR A CONOCER Y ACERCARLES EL CAMINAR DE LAS PARROQUIAS.
ES CRECER EN EL SEGUIMIENTO DE JESÚS.
Un misterio es todo aquello que no podemos
entender con la razón. Es algo que sólo podemos comprender cuando Dios nos lo
revela.
El misterio de la Santísima Trinidad -
Un sólo Dios en tres Personas distintas -, es el misterio central de la fe y de
la vida cristiana, pues es el misterio de Dios en Sí mismo.
Aunque es un dogma difícil de
entender, fue el primero que entendieron los Apóstoles. Después de la
Resurrección, comprendieron que Jesús era el Salvador enviado por el Padre.
Y, cuando experimentaron la acción del Espíritu Santo dentro de sus corazones en
Pentecostés, comprendieron que el único Dios era Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Para explicar este gran misterio,
existen ciertos símbolos que son entendibles a nuestra razón:
La Santísima Trinidad es
simbolizada como un triángulo. Cada uno de los vértices es parte del mismo
triángulo y sin embargo cada uno es distinto
También podemos simbolizar a la Santísima Trinidad
como una vela encendida: La vela en sí misma simboliza al Padre, la cera que
escurre es el Hijo, que procede del Padre y la llama encendida es el Espíritu
Santo. Los tres son "vela", pero son distintos entre sí. Hay quienes
simbolizan a la Santísima Trinidad en forma de trébol. Cada una de las hojas es
"trébol" pero son distintas entre sí.
¿Que hacemos al persignarnos? "En el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" Es costumbre de los católicos
repetir frecuentemente estas palabras, principalmente al principio y al fin de
nuestras acciones.
Cada vez que hacemos la Señal de la Cruz sobre nuestro
cuerpo, recordamos el misterio de la Santísima Trinidad.
- En el nombre del Padre: Ponemos la mano sobre la
frente, señalando el cerebro que controla todo nuestro cuerpo, recordando en
forma simbólica que Dios es la fuente de nuestra vida.
-...y del Hijo: Colocamos la mano en el pecho, donde
está el corazón, que simboliza al amor. Recordamos con ello que por amor a los
hombres, Jesucristo se encarnó, murió y resucitó para librarnos del pecado y
llevarnos a la vida eterna.
-...Y del Espíritu Santo: Colocamos la mano en el
hombre izquierdo y luego en el derecho, recordando que el Espíritu Santo nos
ayuda a cargar con el peso de nuestra vida, el que nos ilumina y nos da la
gracia para vivir de acuerdo a los mandatos de Jesucristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.