Oración von el evangelio de este fin de semana.
Tengan ceñida la cintura y encendida la lámpara, nos has dicho Señor. No hay mejor forma de vivir con esperanza. La lámpara encendida nos mantiene en vela, vigilantes, optimistas, creativos. La cintura ceñida nos prepara para el servicio, cuando sea, cuando haga falta. Lo contrario es haber perdido la ilusión y dejar envejecer el espíritu. Seguirte es mirarte, y mirarte, es contagiarme de tu estilo de vida. Nunca dejaste de apostar por cada ser humano, y no dejas de hacerlo ahora. Nos miras como tu pequeño rebaño, pobre y débil, pero siempre luchador. La lámpara encendida no se mantiene sin tu energía que se comunica con la palabra y los sacramentos. La ropa ceñida supone el delantal del humilde servicio allí donde me encuentre. Reconozco que la llama a veces parece apagarse, y que tengo la tentación de la huida y la comodidad. Eso de que en todo debo amar y servir no siempre lo consigo. Hoy quiero renovar mi seguimiento con la conciencia de mi debilidad. Quiero que cuides mi lámpara y me renueves para que allí donde esté sea disponible. Que el paso del tiempo, que supone muchos lastres, no me impidan mirar tu ejemplo y contagiarme de tu amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.