jueves, 12 de octubre de 2023

TODOS ALREDEDOR DE UNA MESA


 

A lo largo de nuestra vida, todo gira en torno a una mesa. Yo diría que a más de una mesa:

MESA FAMILIAR. Desde niños, incluso todavía en brazos de nuestros padres, abuelos o hermanos mayores, nos hemos o nos han sentado en la mesa familiar. En torno a esa mesa, todos somos iguales. En la mesa familiar nos alimentamos y no solamente del alimento material, que ya es mucho, sino del alimento de la fraternidad-familiaridad. En la mesa familiar hemos recibido y compartido la acogida a la vida, el afecto, el amor, la cultura, el idioma, la fe, las tradiciones, las costumbres, los valores, el alimento. En la mesa familiar hemos celebrado, hemos cantado de alegría y de fiesta; en otros momentos hemos sufrido juntos. En la mesa familiar de la cocina (¡quien no recuerda aquellas mesas de cocina!) de casa hemos nacido a la vida y a la convivencia.

MESA DE LA PALABRA Y CULTURA: Hemos pasado y pasamos muchas horas en la mesa de estudio, en la búsqueda de la verdad. De niños nos sentamos en aquella mesa-pupitre de la escuela, muchos de nosotros con la pizarra y con aquel viejo tintero de porcelana, hasta nuestra mesa actual con ordenador. Hemos ido aprendiendo las letras, las diversas asignaturas, hemos ido creciendo en el pensamiento, hemos leído y leemos la Palabra.

Quizás en la pequeña mesa de nuestra habitación o en la mesa de la biblioteca hemos pensado mucho las cosas y hemos ido creciendo, evolucionando, cambiando de mentalidad: en la mesa hemos buscado la verdad.

MESA DE TRABAJO: ¡cuántas horas pasan muchas personas sentados en la mesa de trabajo: la mesa-banco del carpintero; la mesa de la oficina, la mesa del relojero, la mesa del dibujante, de los sastres, de los químicos, del panadero. La mesa es lugar de trabajo y ganarse el pan.

MESAS DE DIÁLOGO: según los momentos y etapas de la vida y al ritmo de los problemas nos hemos sentado a algunas mesas de diálogo: reuniones de padres en los colegios, reuniones de vecinos, reuniones  culturales, en la parroquia.

MESAS POLÍTICAS: No tienen muy buena fama, pero creo que son necesarias. Sentarse a la mesa y negociar y hablar, buscar salida a los problemas, es necesario. Mejor que Rusia y Ucrania, Israel y Palestina, se sentaran en la mesa de diálogo. En la mesa buscamos soluciones.

MESA DE QUIRÓFANO: En algún momento de la vida nos ha tocado pasar por la mesa de quirófano, mesa de dolor, pero de curación. Una operación quirúrgica es pasar por valles de tinieblas. Para el enfermo esta mesa es una difícil amalgama de angustia y esperanza.

MESAS ECLESIALES: no son muchas las mesas eclesiales en las que se dialogue o comparta. Ahora que estamos en el sínodo, ojalá que sea una mesa de diálogo.

MESAS DE COMEDORES SOCIALES: Estas mesas sociales, los bancos de alimentos, existen. Son muchas las personas que se sientan en  estas mesas de la caridad.

MESA DE LA EUCARISTÍA: la eucaristía es también una mesa. Una mesa abierta en la que nos alimentamos de la palabra y del pan de la vida. Muchas veces nos hemos sentado en esta mesa:  con nuestros problemas, crisis y alegrías de la vida cotidiana. Otros han sido momentos de densidad existencial profunda: en la boda, cuando despedimos a algún familiar cercano, etc...

La mesa del Señor está abierta a todos. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron: buenos y malos. El Papa Francisco, a los cardenales que le proponían dudas, les decía No podemos constituirnos en jueces que solo niegan, rechazan y excluyen. La mesa del Señor está abierta a todos. Dios no hace acepción de personas y estamos invitados todos y de una forma gratuita.

El Señor habla de un banquete de bodas. Y es un encuentro desde el amor. Que nuestra mesa, nuestras capacidades, nuestro alimento material esté abierto a todos. Preparemos nuestra mesa, en la que acojamos a todos a ejemplo del propio Jesús de Nazaret.

 

Hasta la próxima

Paco Mira

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