Siempre he dicho que las campañas no siempre son la mejor medida para valorar aquello que tenemos que tener claro sin necesidad de que nos empujen a ello, e incluso en algunas ocasiones esas mismas campañas, en vez de favorecer lo que buscan, lo entorpecen.
Cuando me he enterado de la campaña de este año de Manos Unidas, me ha gustado. Habla de la mujer y personalmente entiendo que hablar de la mujer, en la mayoría de los casos, es hablar de palabras mayores por lo que la mujer representa. Pero también entiendo que en el siglo XXI reivindicar el papel de la mujer sigue siendo un atraso, puesto que tendría que ser algo superado y con creces. La, las mujeres, siempre han tenido y tienen un papel predominante.
Sin embargo hoy quiero reivindicar el papel de la mujer de la VIDA, como portadora de ella y dadora de la misma. Sin la mujer el mundo no existiría y con la mujer el mundo es la maravilla que tenemos. No hay nadie que tenga el derecho de arrebatarla ni de asumir como propia lo que no le corresponde. Defendamos la Vida por la vida.
Reivindico el papel de la mujer en LA HISTORIA; la mujer como portadora de vida en la gestación de grandes personajes que han marcado el devenir y los grandes proyectos de la historia; como mujer que ha conseguido ser la dadora de las grandes hazañas que han marcado y han dejado huella en la misma. ¡ Qué grande han sido los personajes que han escrito sus páginas en el libro de la vida!, gracias a las mujeres que los han parido.
Reivindico el papel de la mujer de FE. ¡Qué grandes han sido esas mujeres que han guiado a sus hijos en el camino de la buena noticia que llamamos Jesús de Nazaret!. Qué grande ha sido mi abuela que me enseñó que antes que ser un buen cura hay que ser una buena persona y un buen cristiano. Qué grande es mi madre que con frío o sin él; con lluvia o sin ella, no era escusa para ir a la Iglesia a compartir la fe con otros cristianos que hacían lo mismo que nosotros.
Pero también reivindico el papel de la mujer en el siglo XXI en LA IGLESIA. Me gustaría que no fuese una protagonista de segunda división en una "liga" marcada por los hombres. Hay muchas mujeres que gracias a su investigación en el mundo de la teología, la fe sigue no solo despierta, sino viva. Esa labor de servicio, esa labor de diaconía, esa labor de entrega a otros da la impresión que se le está negando.
El evangelio de este fin de semana nos habla que "los hizo pescadores de hombres". Probablemente siempre lo hemos asociado a los hombres, por la propia imagen que nos da el evangelio, sin embargo, ¿quienes son las primeras pescadoras, en familia, de la fe?. ¡Cuántas de nuestras madres han sido las catequistas de sus hijos o de sus familiares más cercanos!. Probablemente en nuestras parroquias siempre hay más mujeres que hombres
y a pesar de las críticas de muchos, gracias a ellas la barca de Pedro sale adelante.
Probablemente los hombres siempre pondremos una disculpa para no hacer cosas en las parroquias porque no "tenemos tiempo". Una mujer, una madre siempre tiene tiempo para servir, para estar a disposición de los demás. Seguro que ellas se privan de muchas cosas para que a los seres más cercanos no les falte de nada.
En 2018 nos han dejado 47 mujeres víctimas de los intolerantes y envidiosos y en mes y medio del 2019 ya van 9.
Por cierto. Mi recuerdo a todos los enfermitos que el día 11 es nuestra señora de Lourdes. Les dedicaré una carta también.
Hasta la próxima
Paco Mira
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