NO TE ENOJES CON DIOS
Si sufres, no te enojes con Dios;
pídele fuerzas para continuar.
Si lloras de dolor, no abandones su
camino;
síguelo con más fe y convencimiento.
Si te ves envuelto en un diluvio que
azota tus sentidos,
será Él quien te rescatará y cubrirá.
Si la duda y la desesperanza se
apoderan de tu corazón,
levanta tu mirada hacia el Señor, su
amor aliviará tus penas.
Si sientes que el miedo está a punto
de vencerte, abrázate a Dios,
Él te reconfortará.
Si te sientes hambriento, sigue
luchando,
porque Dios es el Pan de Vida.
Si te encuentras inmerso en profundas
tinieblas,
acércate a Jesús, porque Él es la Luz
del Mundo.
Si estás perdido, no temas,
pues Dios es el Buen Pastor que te guiará.
Si no encuentras la salida en el
laberinto de tus penas,
ora, Dios es la puerta que te salvará.
Si te sientes solo, y crees que no
puedes contar con nadie,
te equivocas, Jesús está a tu lado.
No cierres tu corazón, y dirígete sin
miedo al Señor, Él
te guiará con su amor y sabiduría;
aliviará tu dolor, e
iluminará tu alma, porque Él es tu
verdadero amigo.
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