Flor
del 10 de mayo: Virgen digna de alabanza
Meditación:
“Bendita tú entre las mujeres” (Lucas 1,42). “Mi alma engrandece al Señor”
(Lucas 1,46). Cuando cumplimos la profecía de llamarla Bienaventurada, hablamos
de las maravillas que hizo en Ella el Todopoderoso. Unimos nuestra voz a la
suya, alabando perpetuamente al Señor. Imitemos a María agradecida, a María
serena, a María llena de sacrificio, a María alegre, a María confiada, a María llena
de Gracia y fortaleza para cumplir así nuestra misión en la tierra.
Oración:
¡Oh Madre!, que te hiciste la más pequeña, siendo realmente excelsa, enséñame a
amarte, a alabarte y a agradarte del mismo modo en que vos lo hiciste con el
Señor, para que también nosotros lleguemos a El. Amén.
Decena
del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla
para este día:
Ser pequeños y humildes como María nos pide, para crecer en la
Gracia.
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