viernes, 15 de junio de 2018

EL AQUARIUS ¿ ES BUENO PARA EL CORAZÓN?

EL AQUARIUS ¿ ES BUENO PARA EL CORAZÓN?

Probablemente todos hemos tenido algún malestar de estómago. Hoy hay infinidad de remedios.
 carta
Cuando yo era pequeño, recuerdo que mi abuelo, que solía tener lo que conocemos como “ardores de estómago” se tomaba bicarbonato, pero a veces en cantidades industriales. Decía que le aliviaba y que le sentaba bien. Y es curioso que hoy en día, normalmente no se oye que la gente siga tomando bicarbonato.
Uno de los productos estrella para los problemas estomacales es sin duda “Aquarius”; una bebida tonificante, quizás medio dulzona, pero que los entendidos en ese tipo de problemas de estómago dicen que “”les sienta la barriga”. Probablemente esto será como todo: a algunos les viene de maravilla y a otros no les sienta nada bien.
Pero hoy me gustaría reflexionar sobre el Aquarius, no como bebida que que me reconforta en los problemas estomacales, sino como el espacio o el medio que me lleva a aliviar las cargas que a veces la suciedad del corazón no me deja ver. Quiero reflexionar sobre el Aquarios , ese barco que con 629 personas a bordo se le cierran las
puertas en diferentes puertos, en los que cada marinero le gustaría tener un amor, pero que esas 629 personas, con un solo corazón amoroso le bastaría para reconocer en los demás el rostro, el corazón – en el mes del Sagrado Corazón de Jesús – de un tal Jesús
de Nazaret.
El recién estrenado gobierno de España, a través de nuestro presidente, ha dicho que aquí estamos para lo que haga falta. Ojalá que no sea para subir en el escalafón de las encuestas o para ganarse las medallas de los votos cuando corresponda. Gestos de este tipo nos honran y le honran, pero volvemos, de nuevo, a tener que mirar al mar. Decía la canción “mirando al mar soñé, que estaba junto a tí”. Nosotros, por regla general no estamos junto a ellos. Necesitamos una solución a la política migratoria ya. Hoy son ellos, mañana podemos ser nosotros.
El evangelio de este fin de semana, nos lleva al grano de mostaza. Pequeñas semillas, pequeños gestos… dan como suma grandes resultados. No hace mucho veía una serie de televisión en la que el protagonista decía que “por ser católico está lleno de culpas”. Probablemente a lo largo de la historia nos hemos recreado más en el pecado y en la culpabilidad que llevan las acciones no muy buenas, que hemos llegado a afirmar: “por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa”. ¡por favor: un poco de ternura, de amor, de corazón abierto!.
Probablemente habrá voces que ya digan que ¿dónde está la Iglesia ante la llegada de los 629 emigrantes?. Me ha reconfortado que la diócesis de Valencia se ha movilizado ante la llegada; muchas organizaciones se han ofrecido, más de doscientos ayuntamientos han dicho que cuenten con ellos…. Sin duda es como el grano de mostaza que se va plantando y que se contagia
para poder llegar a donde tiene que hacerlo. El/los cristianos tenemos que ser hombres de confianza, puesto que nuestra fe no tiene que ser de culpabilidad, sino de liberación, pero no una liberación basada en nuestras fuerzas, sino en ese Jesús que echa la semilla en tierra y espera que crezca.
Amigos, probablemente pensemos de todo ante la llegada del Aquarios, pero este barco tiene que ser tonificante para nuestro corazón, tiene que ser no el que cierre puertas sino que abra sentimientos evangélicos como signo de que el Reino de Dios está presente entre nosotros.

Hasta la próxima
Paco Mira

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