El
que me ama
guardará
mi Palabra
y mi
Padre lo amará
y
vendremos a él
y
haremos morada en él
¡Qué
frase más redonda te ha salido, Señor Jesús!
¡Que
pensamiento tan profundo
nos
has dejado,
Señor
Jesús!
Pero
lo importante no es la frase,
lo
importante no es la lógica hilvanada
del
razonamiento,
lo
importante es lo que expresas
con
esta idea.
Veo
que el amarte, Señor Jesús,
es
algo que has dejado
a
nuestra libertad:
el
que me ama… dices…
porque
sabes que unos
te
querrán y otros tomarán otro camino.
Con
todo lo que has hecho por nosotros
nos
dejas aún libres para amarte o no.
¡Que
generosidad tan grande!
¡Qué
respeto tan enorme tienes
a
nuestras decisiones!
Veo
también, Señor Jesús,
que
eres realista y como cualquier
enamorado:
como
todos los padres,
como
los miembros de una familia
o
como cualquier amante…
Tú,
Señor Jesús,
nos
dice que el amor hacia tu persona
no
puede reducirse a unas palabras,
sino
que se ha de manifestar
en
unos hechos,
en
un comportamiento acorde
con
tus enseñanzas.
Y
además nos dices, Señor Jesús,
que
al cumplir tus enseñanzas
Dios
nos amará:
Dios
Padre estará contento
por
nuestra forma de actuar.
Y
fruto de ello… ¡oh maravilla!
El
Padre y Jesús nos tomarán
como
posada donde morar, vendrán
a
nosotros y establecerán su estancia
en
cada uno de nosotros.
No
sé como esto es posible
pero
me gusta y lo creo.
Somos
morada de Dios,
Dios
habita en nosotros.
¡Qué
maravilla! ¡Qué chollo!
¡Qué
grandeza tan sublime nos das
viniendo
a ser nuestro huésped!
Gracias,
Señor Jesús, por tanto honor.
Gracias
porque a pesar de mi pequeñez,
a
pesar de mis debilidades…
has
querido tomar asiento en mi casa.
Ya
ves que a veces está desordenada
y
sucia.
Gracias,
Señor Jesús,
porque
Tú has tenido la iniciativa,
bien
es cierto que has pedido
una
condición:
cumplir
tu Palabra, hacerte caso.
Perdón,
Señor Jesús,
porque
muchas veces
voy
buscando afanosamente
fuera
lo que llevo dentro.
Sí,
el tesoro de mi vida
lo
llevo en mi interior
y no
necesito correr
en
busca de otras aguas
cuando
el manantial fluye de mi interior.
Gracias,
Señor Jesús,
porque
Dios Padre y Jesús
han
querido hacernos
morada
suya.
Feliz
idea, Señor Jesús.
Maravilla
esta como las que en vida
tuya
hacías
con
los enfermos y necesitados
de
tu tiempo.
Ayúdame
a que nunca pierda de vista
que
puedo llevarte dentro,
que
puedo ser tu aposento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.