viernes, 22 de noviembre de 2013

CARTA DE UN SOLDADO


Durante la II Guerra mundial,  hallaron muerto a un soldado ruso, llamado Aleksander Zacepa. En uno de sus bolsillos se encontró una oración, que había sido escrita pocas horas antes de la batalla en la que perdió la vida.
El joven soldado se dirige a un Dios que no conocía, del que no le habían hablado. Pero en  medio de la muerte lo había descubierto y aún sabiendo que su vida estaba en juego, confesaba ya no tener miedo a morir, pues había descubierto precisamente dónde estaba la verdadera vida.
Esta es la oración íntegra  hallada en el bolsillo de Aleksander Zacepa:
¡Escucha, oh Dios! En mi vida no he hablado ni una sola vez contigo, pero hoy me vienen ganas de hacer fiesta.
Desde pequeño me han dicho siempre que Tú no existes… Y yo, como un idiota, lo he creído. Nunca he contemplado tus obras, pero esta noche he visto desde el cráter de una granada el cielo lleno de estrellas y he quedado fascinado por su resplandor.  En ese instante he comprendido qué terrible es el engaño… No sé, oh dios, si me darás tu mano, pero te digo que Tú me entiendes… ¿No es algo raro que en medio de un espantoso infierno se me haya aparecido la luz y te haya descubierto?  No tengo nada más que decirte.  Me siento feliz, pues te he conocido.  A medianoche tenemos que atacar, pero no tengo miedo, Tú nos ves.  ¡Han dado la señal! Me tengo que ir. ¡Qué bien se estaba contigo!   Quiero decirte, y Tú lo sabes, que la batalla será dura: quizá esta noche vaya a tocar a tu puerta.  Y si bien hasta ahora no he sido tu amigo, cuando vaya, ¿me dejarás entrar?  Pero, ¿qué me pasa? ¿Lloro? Dios mío, mira lo que me ha pasado. Sólo ahora he comenzado a ver con claridad… Dios mío, me voy… Será difícil regresar. Qué raro, ahora la muerte no me da miedo”.
Hermosa oración a un Dios que acaba de descubrir. En ella, el soldado pregunta: “Y si bien hasta ahora no he sido tu amigo, cuando vaya, ¿me dejarás entrar?”.
Seguro que la muerte le sorprendió en los brazos de  ese Dios que acababa de descubrir.
                     

1 comentario:

  1. Ho.. Dios mío me as dado una gran misión que con honor la estoy cumpliendo, me elegiste por ser un hombre sin vergüenza, con coraje sin miedo a la muerte, con mucha fe, un hombre como cualquiera muy observador por donde paso dejo un mensaje y siendo testigo de muchos cambios es por ser así que mi vida esta para ser como el andar de un peregrino buscando.

    ResponderEliminar

Tu opinión es importante.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.